24.1.20

Atardecer


Siempre le gustaron los atardeceres junto al mar, cuando el sol era rojo y jugábamos a ver el rayo verde, que nunca vimos. Hoy en medio de la ciudad, el atardecer es rojizo, pero de un color que hace entrecerrar los ojos, un filtro de humo lo ha puesto a brillar así, no sé si es el humo de Australia o de Hualqui, pero es humo que provoca un incipiente dolor de cabeza que no termina de declararse para tomar un analgésico. Me provoca también una tristeza inexplicable, siento que el fin del mundo empezó hace tiempo y solo esperamos la estocada final.