Un regalo


 Una predicción le dijo: "Tendrás problemas con la justicia, viajarás al extranjero y conocerás al hombre de tu vida", se rio e incrédula ella siguió su vida, su rutina y sus ideales, sin imaginar siquiera, que esos últimos la llevarían a la primera de las premisas y que el 19 de septiembre de 1973, junto a sus compañeros de trabajo, caería presa, pasando en esa condición un año y medio.

Al salir a lo que ella pensaba sería la libertad se dio cuenta que el mundo se había movido y que el terror reinaba en los corazones de quienes la querían, por lo que decidió emigrar, siendo acogida por la solidaridad extranjera, particularmente la sueca, llegando así al cumplimiento de la segunda premisa, pasar una temporada fuera de su país.

En aquel lugar frío y lejos de familiares y amigos, conoció a una gran comunidad de chilenos, que como ella debieron salir del país, para no ser muertos o desaparecidos, entre estos estaba aquel, sí, ese mismo que la tarotista le anunció conocería, claro que a estas alturas ella no lo sabía, solo muchos años más tarde recordó los vaticinios de aquella tirada de cartas y creyó.

Creyó y le contó a la hija que nació de aquel último designio, sin embargo y de ahí en adelante nada estaba dicho y todo por hacer, ¿Qué pasaría más adelante?¿Volvería algún día a su país?¿Seguiría junto a su compañero hasta convertirse en abuelos?¿Qué le depararía el destino a esta pequeña hija?, miles de preguntas la asaltaron, pero como todo había resultado relativamente bien, decidió cerrar sus ojos y pensar que juntos a sus dos seres amados todos los obstáculos serían traspasables. 
24 de diciembre 2012, Mayarí

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